Sobre conciliación se ha escrito mucho, y aunque no voy a abundar más en un tema tan complicado, que sigue siendo una asignatura pendiente de gobiernos y empresas, creo que hay cosas que podemos ir haciendo a nivel particular, como es la Corresponsabilidad familiar, cuestión que nos hará la vida más fácil, porque el corazón está en la familia y, si ésta funciona, todo funciona, aunque bajo ningún concepto podemos etiquetar, porque cada uno sabe lo que se cuece en su casa, y es algo muy muy personal. Con esta premisa, vamos a ver qué podemos hacer con el fin de que nuestra familia funcione un poquito mejor involucrando a los hijos de forma que ellos sientan también el hogar como algo propio.
Muchas veces, las familias se ven metidas en un bucle de agobio general que sólo provoca falta de alegría y de paz.
Algunas mamás. bloqueadas totalmente, incluso han dejado de querer tener un hijo por este motivo.
Así, que, a ver si puedo ayudaros con algunas ideas para poner en práctica la Corresponsabilidad familiar.
Tu mejor empresa es tu familia, por eso, lo primero que haremos es tratarla como una empresa.
En primer lugar tienes has de detectar qué es lo que te agobia: la limpieza de la casa, el orden, las idas y venidas a las distintas actividades extraescolares de los niños, la organización del horario de las ayudas externas…y para eso tienes que reunirte con tu compañero de fatigas en una, por ejemplo, cena romántica a la que : ¡¡Los niños no están invitados!!.
Antes de iros a cenar, habéis pensado ambos por separado en los temas a tratar. No se trata de una reunión donde nos reprochamos esto o aquello, sino que juntos vamos a poner en práctica un plan estratégico de mejora de nuestra empresa, de la que ambos somos accionistas mayoritarios, y que irá como la seda si para papá lo primero es mamá, y para mamá lo primero es papá. No te olvides de con quién te casaste. Los niños, llegaron después.
Tampoco te olvides de que la «Corresponsabilidad familiar», es algo mucho, muchísimo más amplio que hablar de porcentajes.
Por esto mismo no nos echamos en cara nada, cuidamos el lenguaje y nos decimos las cosas con cariño y delicadeza, o sea: sin ofender al otro. Remamos en la misma dirección.
Piensa que tu cónyuge es tu cónyuge, y que sois diferentes. Por eso no ha caído en cosas que a ti te resultan muy evidentes. Esto es una maravilla porque así cada uno aporta un punto de vista distinto. Siempre miramos en positivo.
Con lápiz y papel, (libreta imprescindible para mí de «mamá orden») vamos apuntando todo.
Como cada familia es única, cada una tiene unas «Industrias Humanas» que ha de descubrir y utilizar para una buena corresponsabilidad familiar. Esto es de lo que vamos a hablar en esta «reunión de trabajo».
Es muy importante ser consciente de que no hay nada que sea irrevocable.
Es decir, que vamos a tomar decisiones para este curso, o este año, o este trimestre, no hasta la muerte.
Vosotros lo veréis. Lo que ocurre es que, a veces, dejamos de decidir por miedo. ¡Nada de miedo! Si se te ha encomendado esta empresa, es que puedes con ella. Así que sigamos.
Hay cosas que a lo mejor no se pueden solucionar, como por ejemplo el horario de trabajo, pero a lo mejor sí, y puedes pedir una reducción de jornada. (De manera temporal, no lo olvides).
Otra cuestión es la de las ayudas externas. Esto a veces se vive como si fuera un lujo. En absoluto: Es una inversión. Pero claro, también y sobre todo, se trata de una cuestión de prioridades.
Los hijos pueden y deben hacer muchas cosas, y la casa es de todos, es verdad. Esto ahora lo veremos con más detenimiento, pero piensa que buscar una asistenta que te ayude con las tareas del hogar es independiente de eso, porque esta persona viene a ayudarte a ti, no a tus hijos.
¿A que ahora te ha cambiado un poco la perspectiva?
Por eso te digo que es independiente de lo que los hijos hagan en casa, cuestión que ya digo, ahora abordaremos.
No conozco un enemigo de la vida familiar como las actividades extraescolares.
Han conseguido que me sienta mala madre por no llevarlos, e incluso me he oído eso de: “claro, con tantooooos» (y eso que los míos van a rugby, fútbol y atletismo. Estas últimas, gracias a Dios en el cole). Y es, que las actividades extraescolares están para ayudar, no para ser una fuente de agobio extra, porque es posible que el simple hecho de tener que llevarlos dificulte muchísimo la vida familiar.
Pues no. No es un problema de tantos o cuántos, sino de sentido común, que como decía mi suegro, en paz descanse, «es el menos común de los sentidos».
Lo digo porque a lo mejor este año no es necesario que el niño vaya a inglés. Sé de buena tinta que te guardan la plaza en Harvard. O a ballet, o a donde quieras. Y ese dinero ESTE AÑO, NO PARA SIEMPRE, a lo mejor lo destinamos a pagar a una cuidadora un par de tardes a la semana para que puedas ir tranquila a las reuniones del cole, que ir con los niños es muy pesado, o a comprarles ropa o los libros al Corte Inglés solita (en el Corte te lo van a agradecer muchísimo), o a tomarte un café con una amiga que no pasa nada tampoco.
Otra cosa: Los dermatólogos dicen que bañar a los niños todos los días no es bueno para la piel.
¡Hazles caso! No eres mejor madre por bañarlos todos los días. Cuando yo era pequeña, y esto lo corroborará cualquier mamá de mi edad (tengo 45), mi madre me bañaba cada tres días y el domingo con pelo. Y oye, lo rebonica que soy y lo bien que tengo la piel. ¡Gracias, Mamá!
Sólo vosotros sabéis lo que se cuece en vuestra casa. Por favor, coged lo que os sirva.
También está el reparto de tareas entre los niños. Este tema es crucial porque la casa es de todos, pero hay una gran diferencia entre «justicia» y «equidad». (En esto nos detendremos con más tiempo).
No somos todos iguales. Cada uno tiene unos puntos fuertes y otros menos fuertes.
Es interesante conocer a los hijos para poder utilizar sus fortalezas y ayudarles con las cosas que les cuesten más. Ser diferentes es maravilloso, porque nos hace únicos y así hemos de tratarlos.
Para conocerlos, hay que pasar tiempo con ellos: Ver La Patrulla Canina con tu hijo en brazos, también es trabajo.
Nosotros apuntamos las cosas que hay que hacer: bajar la basura, recoger la ropa sucia, hacer la cama, recoger la cocina…y pensamos quién podría hacerlo viendo la aptitud para cada tarea.
Que cada hijo tenga un encargo es educativo.
Luego tendríamos que escucharlos, porque no sólo está la aptitud sino la actitud. Si lo hacen a gusto, lo harán bien y además se genera un buen ambiente. Para tu salud mental es mejor, así no te peleas por todo, que estar todo el día enfadada hace que te salgan arrugas. Con este fin convocamos lo que en mi familia se llama: «Asamblea Familiar», que es una fuente de educación en virtudes impresionante, y que, si tenéis paciencia, trataremos más profundamente en próximos posts.
La familia es algo maravilloso. Vale la pena formarte para dar respuestas a las diferentes cuestiones que nos van surgiendo por el camino.
Que perdamos la paz por cosas que valgan la pena.
¡¡VIVA LA FAMILIA!!
[su_button url=»http://solosomos13.com/copia/about/» style=»stroked» background=»#91abc8″ size=»10″ wide=»yes» center=»yes»]Contácta conmigo ahora.[/su_button]